31 agosto 2010

eeh...

No puedo ser lo que no soy. Pero a veces lo intento. No sé por qué.

Estos días estoy dejando pasar el tiempo sin hacer nada.

La gente me molesta. Las obligaciones pendientes me resultarían insoportables si les dedicara un solo pensamiento.

Cada noche me acuesto más tarde y cada mañana me levanto más tarde.

Pienso que ya me pondré en marcha cuando no tenga más remedio.

De mis cuatro lectores, uno se queja de que este blog no enseña la parte de mí que es alegre y simpática (o sea, que no dice nada de mí que sea cierto). Se equivoca.

Otro se queja de que la música que pongo es vieja. Ese no se equivoca. Pero se equivoca si piensa que me importa.

Estoy asombrada con la campaña de marketing que están desarrollando para Boardwalk Empire. Esto parece, desde luego, más Scorsese que Shutter Island mil millones de veces. Pero la expectativa que están creando es muy, muy peligrosa. Quiero ver qué pasa. No quiero que se estrellen.

Estoy enganchada a Mad Men.

Mr. Draper, I don't know what it is you really believe in, but I do know what it feels like to be out of place, to be disconnected, to see the whole world laid out in front of you the way other people live it. There is something about you that tells me you know it, too.

Martes.

27 agosto 2010

25... and many many months!

Decía Oscar Wilde que, a partir de los 25, todos tenemos la misma edad.

Me gusta.

(Sí, sí. Es mi cumple.)

26 agosto 2010

Ya, ¿no?

Yo también lo hacía, hasta hace poco. Criticar a los demás, quejarme en alto o para mis adentros de la forma en que se tratan las parejas, lo que dicen ellos cuando ellas no están delante y viceversa, los diminutivos imbéciles, los desplantes, los machismos, los desprecios, los es-que-este, los pequeños maltratos, tan fáciles de detectar cuando miras desde fuera. Es siempre tan perfecta e infalible la teoría de las parejas ajenas. Tanto si tú formas parte de una como si no.

Pero últimamente estoy empezando a pensar (y a actuar) de otra manera. Primero, no tengo ni puta idea ni de qué ni de por qué. Ni de nada. Segundo, de poco vale que me suba un par de escalones por encima de los demás y, mirando desde ahí, juzgue sus actitudes: las cosas siempre han sido así, las personas siempre se han comportado así.

Todos sabemos lo que queremos.

Todos sabemos el precio a pagar.

Todos tenemos lo que merecemos.

24 agosto 2010

Recuperando el cine

Estas semanas han sido de muy poco cine, como era de esperar. En mi ipod, donde sobra el espacio, me llevé unas cuantas cosas "por si acaso" que, por supuesto, no me hicieron falta. Vi dos o tres pelis entre malas y muy malas en casa con mi host family (la más memorable, una en la que Cameron Díaz hacía de madre de tres adolescentes, una de ellas con cáncer, de llorar; y lloré, como no podía ser menos).

Y fui al cine, eso sí, dos veces (al final va a ser que no ha sido tan poco cine, carajo). Para los curiosos, Toy Story 3 (recomiendo que si vais a verla, no os gastéis el dinero en el 3D y que me contéis qué hacen en el doblaje con ya-sabréis-qué-cuando-la-veáis) e Inception (a falta de revisión con subtítulos yo diría que es la mejor que he visto en mucho tiempo, en el cine al menos).

El caso es que en el viaje de vuelta me vi The Ghost Writer, que podría haber sido mucho mejor si no fuera por todo lo que hace que sea una mierda, pero me he enamorado de Ewan McGregor para los restos. Y otra que de lo olvidable que era la he olvidado. Ah, no, Valentine's Day. Y otra, que tuve que dejar a medias porque aquello ya sí que no había dios que lo aguantara. Empecé a verla por John Cusack, pero ni John Cusack la salvaba. De lo malo, lo más malo; el título, Hot Tube Time Machine, pero he tenido que buscarlo en imdb porque de ese título de verdad que sí me había olvidado del todo.

Ayer vi Shutter Island. Martin Scorsese está en la lista de personas que siempre admiraré, hagan lo que hagan, pero que cada vez hacen menos para mantenerse ahí. Previsible, pretenciosa, falta de ritmo. Pero Leonardo DiCaprio es la hostia. No me gustan los tíos que son el terror de las nenas, por lo tanto no le daba mucho crédito a este cara de pan venido a más. Pero le tengo que reconocer (como antes me pasó con Brad Pitt) que tiene talento a espuertas. Eso sí es mérito suyo. Eso y que cada vez es más feo, es lo que le va salvando. Eso y que me lo imagino de Orson Welles en el biopic en condiciones que algún día alguien tendrá que hacer. Es que lo veo. Tiene que suceder. No puede no suceder.

Y anteayer vi A streetcar named desire, una de mis innumerables asignaturas pendientes . De estas pelis no se puede ni se debe decir más de lo que ya se ha dicho. Están en otro mundo, en otro nivel. Son cine que ya no existe, que ni se puede hacer ni apenas se puede ver, porque no se soporta. Juegan en otra liga. Pero tengo que decir esto aunque me corráis a hostias: no me gusta Marlon Brando de joven, lo prefiero mil veces de viejo, empezando por cosas como Apocalypse Now.

Hala. Ya está dicho.

A veces escriben por ti

A la edad de 25 la mayoría de la gente estaba acabada. Todo un maldito país repleto de gilipollas conduciendo automóviles, comiendo, pariendo niños, haciéndolo todo de la peor manera posible, como votar por el candidato presidencial que más les recordaba a ellos mismos. Yo no tenía ningún interés. No tenía interés en nada. No tenía ni idea de cómo lograría escaparme. Al menos los demás tenían algún aliciente en la vida. Parecía que comprendían algo que a mí se me escapaba.

Charles Bukowski, La senda del perdedor

14 agosto 2010

Leaving

Bueno, chicos. Un par de días sin vernos: me voy a casa!

Gracias a todos por la compañía.

12 agosto 2010

¿Cómo te sientes esta noche?



¿Hay alguien ahí fuera?
Alguien que haya amado en vano
Alguien que sienta lo mismo

¿Hay alguien esperando?
Esperando una oportunidad para ganar
Para dejarlo todo y empezar de nuevo

Todos necesitamos algo nuevo
Algo que sea cierto
Y alguien más que sienta lo mismo

Me siento tan bien que nadie más podría saberlo
No sé por qué me siento así
No puedo dejarlo pasar y no me asusta enseñarlo
Porque estar aquí me hace sentir bien
Dime, ¿cómo te sientes esta noche?

¿Hay alguien ahí fuera?
Alguien que pueda explicar
Alguien que no sienta dolor

¿Hay alguien soñando?
Soñando con un día mejor
En el que todo salga como esperas

Todos necesitamos algo nuevo
Algo que sea cierto
Y alguien más que lo sienta igual
Alguien como tú

02 agosto 2010

Troy

Cuando llegué aquí pensaba que iba a conocer a mucha gente. Que todo el mundo sería amigable y abierto, que muy mala suerte habría de tener para no encontrar alguna persona de mi edad con quien poder compartir cosas.

No tardé en darme cuenta de que la cosa no iba por ahí. La gente es gente en todas partes, y a mí me cuesta mucho romper el hielo ("me cuesta mucho" es un eufemismo, por supuesto). La media de edad, en cualquier caso, a duras penas supera los 22 años, por lo cual los grupos que enseguida se formaron me pillaron un poco a desmano.

Por lo tanto, he estado sola muchas horas en este sitio. No es algo malo, una vez te das cuenta de que va a ser ni más ni menos lo mismo de siempre. En clase estoy con mis compañeros, los fines de semana me voy de excursión con grupos de gente en los cuales siempre hay alguien con quien charlar, en casa casi siempre hay gente y además he hecho un par de amigas, una de ellas ya se ha ido y la otra es una madrileña muy simpática de 24 años. Por cierto, si alguien se pregunta si dos mujeres españolas pueden hablar en inglés dos días seguidos, la respuesta es yes, we can.

Insisto, no está mal una vez te acostumbras a la idea de que las cosas no son como tú esperabas. Mayormente como toda la vida de dios ha sido todo en general.

De modo que cuando hoy, con una hora y media de tiempo libre hasta la cena, me senté en una de las mesas de la Esplanade a leer mi libro, no le eché ni media ojeada al tipo que estaba sentado en la otra esquina del banco. Total, pa qué.

Y cuando de repente oí que el tipo hablaba en voz alta y levanté la vista hacia él, no di crédito a lo que veía: me estaba hablando a mí.

Un pequeño apunte sobre el endiablado acento aussie: si dicen "hope" tú entiendes "help"; si dicen "space", tú entiendes "spice".

Asi que me dijo: "Having a nice afternoon?" y yo entendí "Hovin a noise afternoon?" (como mucho). "Sorry?" pregunté, aturdida (encima estaba leyendo una novela en español, ya sé que no debería, pero es muy estresante esto del inglés all day long). Él lo repitió. Dos veces. Y yo allí con cara de gilipollas pensando si se refería al ruido de los pájaros. Finalmente, el pobre hombre dijo, "Oh, you can't speak English, sorry".

Shit!

Yo dije, "Oh, no, of course I can, it's just I can't understand you, could you please repeat... again?" Y él (despacio): Havin' a NOISE afternoon?

Hostia puta. La neurona buscando similitudes. Oh! milagro, it came. Yo dije "a nice afternoon...?" y él contestó "yes! Noise".

Coño, menos mal. Where are you from, oh, it's nice, I was in Spain in 2001, bla bla bla.

Fue muy agradable compartir el rato que tenía que esperar hablando con alguien (un nativo, además, que eso sí que es raro) en lugar de leyendo sola, como el resto de los días. Incluso en el momento en que mencionó a su mujer y sus dos niñas y el tercero en camino (shit!, pero no tanto como antes, tampoco es que estemos buscando el amor aquí abajo).

Y sobre todo, fue muy agradable constatar que a veces las cosas pueden resultar, aunque solo sea una vez y a su retorcida manera, como esperabas.

By the way, my name is Troy. Nice to meet you.

K. Nice to meet you too.