Cuando llegué aquí pensaba que iba a conocer a mucha gente. Que todo el mundo sería amigable y abierto, que muy mala suerte habría de tener para no encontrar alguna persona de mi edad con quien poder compartir cosas.
No tardé en darme cuenta de que la cosa no iba por ahí. La gente es gente en todas partes, y a mí me cuesta mucho romper el hielo ("me cuesta mucho" es un eufemismo, por supuesto). La media de edad, en cualquier caso, a duras penas supera los 22 años, por lo cual los grupos que enseguida se formaron me pillaron un poco a desmano.
Por lo tanto, he estado sola muchas horas en este sitio. No es algo malo, una vez te das cuenta de que va a ser ni más ni menos lo mismo de siempre. En clase estoy con mis compañeros, los fines de semana me voy de excursión con grupos de gente en los cuales siempre hay alguien con quien charlar, en casa casi siempre hay gente y además he hecho un par de amigas, una de ellas ya se ha ido y la otra es una madrileña muy simpática de 24 años. Por cierto, si alguien se pregunta si dos mujeres españolas pueden hablar en inglés dos días seguidos, la respuesta es yes, we can.
Insisto, no está mal una vez te acostumbras a la idea de que las cosas no son como tú esperabas. Mayormente como toda la vida de dios ha sido todo en general.
De modo que cuando hoy, con una hora y media de tiempo libre hasta la cena, me senté en una de las mesas de la Esplanade a leer mi libro, no le eché ni media ojeada al tipo que estaba sentado en la otra esquina del banco. Total, pa qué.
Y cuando de repente oí que el tipo hablaba en voz alta y levanté la vista hacia él, no di crédito a lo que veía: me estaba hablando a mí.
Un pequeño apunte sobre el endiablado acento aussie: si dicen "hope" tú entiendes "help"; si dicen "space", tú entiendes "spice".
Asi que me dijo: "Having a nice afternoon?" y yo entendí "Hovin a noise afternoon?" (como mucho). "Sorry?" pregunté, aturdida (encima estaba leyendo una novela en español, ya sé que no debería, pero es muy estresante esto del inglés all day long). Él lo repitió. Dos veces. Y yo allí con cara de gilipollas pensando si se refería al ruido de los pájaros. Finalmente, el pobre hombre dijo, "Oh, you can't speak English, sorry".
Shit!
Yo dije, "Oh, no, of course I can, it's just I can't understand you, could you please repeat... again?" Y él (despacio): Havin' a NOISE afternoon?
Hostia puta. La neurona buscando similitudes. Oh! milagro, it came. Yo dije "a nice afternoon...?" y él contestó "yes! Noise".
Coño, menos mal. Where are you from, oh, it's nice, I was in Spain in 2001, bla bla bla.
Fue muy agradable compartir el rato que tenía que esperar hablando con alguien (un nativo, además, que eso sí que es raro) en lugar de leyendo sola, como el resto de los días. Incluso en el momento en que mencionó a su mujer y sus dos niñas y el tercero en camino (shit!, pero no tanto como antes, tampoco es que estemos buscando el amor aquí abajo).
Y sobre todo, fue muy agradable constatar que a veces las cosas pueden resultar, aunque solo sea una vez y a su retorcida manera, como esperabas.
By the way, my name is Troy. Nice to meet you.
K. Nice to meet you too.