01 mayo 2011

"Es que no es tan fácil"

No, coño. Lo que no es, es tan difícil. Es la historia de siempre, disfrazar el no querer de no poder, para no tener que. Porque afrontar los miedos es jodidamente difícil, coger las riendas conlleva una responsabilidad que la mayor parte de nosotros no queremos asumir. Y por medio de ese engaño terminamos viviendo una vida llena de responsabilidades que no queremos, que detestamos, pero que consideramos más llevaderas (sin que lo sean en realidad). Es mucho más fácil renunciar a los sueños, por imbéciles y fáciles que estos sean, y acomodarse en un pequeño agujero cálido y oscuro, donde los embates de la vida pasan, salvo grandes terremotos, prácticamente desabercibidos. Y decir que no se puede, que es que claro, es que esque esquesque.

Es pura impotencia, una intolerable impotencia lo que me asalta cuando veo lo fácil que le resulta a la gente conformarse, y mirar a sus vidas encogidas con poco aprecio pero con resignación, diciéndose para sus adentros "no está tan mal", "podría ser peor". Claro que podría ser peor. Podrías estar muerto. Pero tal vez lo estás y no te das cuenta. Todo el mundo se emociona y se siente estimulado con la idea teórica del Carpe Diem, pero luego madrugan y esperan dócilmente al viernes. No lo soporto. No quiero ser así.

¿Crisis weirdo de los 40? Puede ser. Pero me niego, me niego a vivir una vida muerta.

Maeve, te lo cojo prestado.

so you don't think I'm dead

Estoy aquí sentada mirando a la pantalla, esperando un número o un parpadeo que no llegan, o no traen la dosis suficiente de cosas que rellenen los vacíos. Me he ido a por una cerveza y me la bebo sintiendo que no estoy sola porque miro a una pantalla y de vez en cuando una frase sacude el silencio, hablo metafóricamente, por supuesto. Luego busco una música cualquiera, un youtube, B.B. King, por ejemplo, para que haya un poco menos de silencio y algo más de compañía para el siguiente trago de cerveza. No es que quiera compañía, no es eso, no exactamente. Mis seres queridos leerán esto, y siempre que pienso esta frase considero la posibilidad de volver a abrir un blog anónimo, y pensarán que no estoy bien o algo, preguntarán qué tal o me darán una colleja (las dos cosas me molestan en la misma medida). No es eso, no es necesario preguntar ni espabilar, hoy ha sido un día largo, interesante y productivo, me he reído varias veces y he hecho algunas cosas que tenía que hacer, y si no tuviera hambre entonces sí que mi vida estaría completa, desoladoramente vacía. El hambre es lo que me mantiene con vida. Por lo tanto, dejadme, que estoy aquí, y estoy así, porque quiero. Es mi vida.